miércoles, 14 de enero de 2009

CHÁVEZ Y LA DIPLOMACIA


En estos días del mes septiembre de 2006, a raíz de la participación del presidente venezolano HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS, ante la 61 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas ONU, se ha suscitado toda clase de comentarios, por los calificativos que utilizó el presidente Chávez en contra del presidente de Estados Unidos y el despliegue que le ha dado la prensa internacional.

Quizás por ello un grupo de jóvenes de la Universidad de La Guajira, extensión Maicao, en la cátedra de Derecho y democracia que tengo el privilegio y el honor dictar, solicitó que hiciéramos un análisis de la participación del presidente Venezolano ese 20 de septiembre en la Asamblea de la ONU y lo que históricamente ha representado esa organización para el mundo.

Algunos jóvenes que intervinieron en el análisis, cuestionaron inicialmente la falta de diplomacia del gobernante venezolano, sin dejar de reconocer que los planteamientos del líder, interpretan la realidad del momento histórico sociopolítico que vivimos en el globo terráqueo y que pocos se atreven a denunciar; otros lo condenaron y anunciaron que no comparten su política y no faltó quien planteara un tratamiento psiquiátrico como solución.

Cuando regresé a mi casa, con mi esposa, comentamos el tratamiento noticiosos que las agencias internacionales le dieron al discurso, enfatizando en el calificativo de “diablo”, que es lo que más se conoce de la alocución del mandatario; le comenté la participación de uno de mis alumno que se refirió a la ausencia de diplomacia de Chávez.

Pero ¿Qué es la diplomacia?

Revisando algunos diccionarios de la lengua española, como el pequeño Larousse y el de la Real Academia Española, que se encuentra en la Red, podemos resumir y describirla así:

Diplomacia es una antigua profesión cuyo objetivo es representar y velar por los intereses de un Estado y de su nación en relación a otro Estado u organismo internacional.

A este término se le dan varios significados, independientemente que quien lo use sea un experto en relaciones internacionales o un lego. Se le emplea como equivalente de 'tacto', 'política exterior', 'negociación', etc. En estricto sentido y para los efectos específicos de las relaciones internacionales

Encontré también en la página de “PRENSA ROTARIA” de un Club del país argentino, una definición que me parece chistosa, pero en la mayoría de los casos es realista. Definen a la diplomacia así:

Arte de decir "lindo perrito", hasta encontrar una piedra para tirársela.
Sin desconocer desde luego la alta carga emotiva que el presidente Chávez, le imprime a sus alocuciones, no importando el escenario donde se encuentre, lo cierto es que el líder venezolano en las dos últimas intervenciones en las asambleas de la ONU, años 2005 y 2006, viene planteando una profunda reestructuración de ese organismo mundial, por que a su juicio es inoperante como instrumento, incapaz de armonizar toda la sociedad internacional para conseguir determinados fines, como el mantenimiento de la paz y seguridad internacional. Es innegable además, que es manipulada de manera perversa por los Estados Unidos (EE.UU.).

Cunado uno revisa los orígenes, la misión y visión de la ONU, es difícil estar en desacuerdo con el presidente Chávez y no admitir que ese organismo se desnaturalizó y necesita con urgencia para cumplir su objetivo lo que está planteando el mandatario venezolano.

La historia nos dice que la ONU comienza a germinarse desde de la 2ª Guerra Mundial; surgió en las aguas del Atlántico entre Churchill y Roosvelt adoptando la "Carta del Atlántico" en 1941, esta Carta decía que para cuando acabara la 2ª Guerra Mundial todos los Estados de la Tierra se comprometerían a renunciar al uso de la fuerza armada; antes de la 2ª Guerra Mundial el uso de la fuerza era aceptado, a partir de Naciones Unidas está prohibido. Ello no sólo no se ha cumplido, si no que ha sido utilizado para justificar agresiones a países, con la excusa de atacar y prevenir el terrorismo, sin importar la suerte de la población civil inerme y desarmada.

Si repasamos la historia reciente de los conflictos internacionales, nos damos cuenta, que los EE.UU., han promovido, liderado o han participado en el desenlace de los conflictos internacionales; pretende ser juez y parte y se creen con la autoridad moral para cuestionar según sus intereses, las políticas internas de los países miembros de la ONU.

No ha sido posible a pesar del clamor internacional, que Estados Unidos cesen su bloqueo brutal y despiadado a el hermano país de Cuba y la ONU, no expide una resolución de condena sobre ese asqueroso método de presión, que no está dirigido contra el gobierno, si no contra la economía y el derecho de los cubanos a una vida digna y decorosa, de niños, ancianos y mujeres que habitan la isla.

El Canciller de Cuba, FELIPE PEREZ ROQUE, denunció ante el mundo el 8 de noviembre de 2005 en la ciudad de Nueva York y así lo registraron las agencias internacionales de prensa, que en el año 2004, un total de 77 compañías, instituciones bancarias y organizaciones no gubernamentales norteamericanas y de diversos países fueron multadas por violar el bloqueo a Cuba; 11 de ellas son empresas extranjeras o subsidiarias de compañías norteamericanas en México, Canadá, Panamá, Italia, Reino Unido, Uruguay y Bahamas. Otras siete compañías, entre ellas IBERIA, ALITALIA, AIR JAMAICA y DAEWOO, fueron sancionadas porque sus filiales en los Estados Unidos violaron, según el gobierno norteamericano, las leyes del bloqueo. El objetivo es aislar totalmente en materia de comercio incluyendo los productos de salud y alimenticios.

Estados Unidos y sus dirigentes en sus relaciones internacionales, bombardean, invaden, bloquean, secuestran y todo ello dentro de una diplomacia al más alto nivel, un discurso de seguridad, de “ayuda” a los pueblos, de intercambios comercial desigual y todo dentro de la más refinada diplomacia. Ese comportamiento me recuerda a una vieja pero hermosa canción latinoamericana que dice: “hay personas de la sociedad que se la pasan comiendo dioses y defecando demonios”.

Algunos hombres del Caribe suelen ser irreverentes y le imprimen una gran carga de emotividad a través de la palabra a sus acciones, son originales y auténticos, eso los mantiene en un constante divorcio con la diplomacia; pareciera que el presidente Chávez pertenece a ese tipo de hombre del caribe.

La verdad es que el comandante necesita atemperar su verbo, pero aún así prefiero la diplomacia de Chávez, que la diplomacia norteamericana, la cual no ofende pero justifica los bombardeos y masacres de inocentes.


José Carlos Molina Becerra.
jocamobe@hotmail.com
jocamobe@gmail.com

Abogado especializado en Derecho Laboral y Relaciones Industriales, docente Universidad de La Guajira, extensión Maicao.
Maicao, septiembre 23 de 2006.

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