jueves, 3 de julio de 2008

CARTA AL PERSONERO DE MAICAO

Maicao, julio 2 de 2008



Doctor
ENRIQUE MORALES
Personero Municipal de Maicao.
E. S. D.


Referencia: Solicitud de intervención frente cobro de factura unificada.


En el programa Radial cívico, cultural y comunitario “MAICAO EN MARCHA”, que se emite todos los domingos de 08:00 a 09:00, de la mañana, por la emisora Olímpica Estéreo, unos oyentes presentaron una inquietud frente al convenio establecido entre las empresas de servicios públicos de Energía Eléctrica y de Aseo, ubicadas en la ciudad de Maicao.

Como quiera que usted en su condición de Personero municipal, oficia y/o actúa por orden de la Constitución y la Ley como defensor del pueblo, el equipo del programa señalado, se permite mediante el presente oficio solicitar su intervención, para que las empresas de servicios públicos involucradas, aclaren la razones legales que le permiten hacer dicho convenio sin detrimento de los intereses de las familias que habitamos en Maicao. Que defienda los intereses de cientos de personas que no tienen la condición de ususarias.

No sobra recordarle, que en la mayoría de los casos la empresa que presta el servicio de aseo no tiene el respectivo contrato de condiciones uniforme que plantea el artículo 128 de la Ley 142 de 1994 con las personas o familias del municipio y estas mismas no utiliza ese servicio, por que tienen contratado un servicio con los denominados “Burritos”, que por más de 30 años presta ese trabajo en la ciudad.

Los CONTRATOS DE CONDICIONES UNIFORMES constituyen el instrumento por excelencia para que usuarios y prestadores puedan ejercer sus derechos y deberes dentro de la relación que surge de la prestación de un servicio público domiciliario.

Tal característica implica que, para todos aquellos eventos en los que pueda llegar a ser necesario, el contrato debe ser una herramienta clara y ágil, para que las partes cuenten con información veraz y oportuna sobre las reglas y procedimientos que deben surtir en cada evento posible.

Usted sabe a preciado personero que se requiere tener la calidad de suscriptor con la empresa de servicio para que esta pueda facturar dicha prestación y solo son suscriptores quienes firmen el contrato de condiciones uniforme; la referida ley 142 de 1994, en los artículos 14 y 128 señala o definen:

“14.31. SUSCRIPTOR. Persona natural o jurídica con la cual se ha celebrado un contrato de condiciones uniformes de servicios públicos”.

“ARTÍCULO 128. CONTRATO DE SERVICIOS PÚBLICOS. Es un contrato uniforme, consensual, en virtud del cual una empresa de servicios públicos los presta a un usuario a cambio de un precio en dinero, de acuerdo a estipulaciones que han sido definidas por ella para ofrecerlas a muchos usuarios no determinados”.

Como puede observarse, la definición de usuario tiene como elemento esencial el que este reciba o se beneficie de un servicio público, si la persona no se beneficia del servicio no tendrá nunca la calidad de usuario, no es suscriptor y mucho menos habrá firmado un contrato de condiciones uniforme, del que se dice debe ser “consensual”, que requiere del consentimiento de las partes que los suscriben.

Pregunto: ¿puede alguna empresa de servicio público pasar facturación a quien no recibe, no utiliza y no se beneficia del servicio y no tiene un contrato de condiciones uniforme con dicha empresa?

¿No será que con la factura unificada se introduce un elemento perturbador en las ya deterioradas relaciones de los usuarios con la empresa Electricaribe?

De ninguna manera es una defensa a ultranza, o por el simple prurito de incomodarlo; nos asiste el ánimo distinguido personero, de contribuir de manera positiva a una solución concertada de familias no suscriptoras, ni usuarias del servicio de aseo y la empresa Interaseo S.A. E.S.P, logrando el equilibrio perfecto que ponga fin al problema.

Esperando de su parte las gestiones pertinentes en procura de la solución, me despido, no sin antes desearles éxitos al frente del cargo y en lo personal.


Atentamente,



EURIPIDES PULIDO RODRIGUEZ
Coordinador del programa radial “Maicao en Marcha”

CHÁVEZ, OTRA VEZ…

CHÁVEZ, OTRA VEZ…


Definitivamente el tema del presidente Chávez a los colombianos se nos ha convertido en un cuestión cotidiana, tan es así, que no existe ninguna reunión en donde no aparezca el tema Chávez y de inmediato surge la polémica de partidarios y contradictores del mandatario venezolano.

En un artículo anterior, titulado Chávez y la Diplomacia, publicado en el semanario fronterizo Wayuunaiki en septiembre de 2006, expresé que el presidente venezolano es irreverente, que le imprime una gran carga emotiva a su discurso y que con frecuencia eso lo aleja de la diplomacia, a la que nos tienen acostumbrados los gobernantes.

Hoy en mí condición de hombre de frontera y ligados inevitablemente con Venezuela, no solo en los aspectos comerciales sino socioculturales, creo pertinente expresar nuestro punto de vista sobre la crisis política, generada por la diplomacia del micrófono que los mandatarios Chávez y Uribe, han manejado inadecuadamente. Ello por supuesto afecta lo comercial y sobre todo en la frontera donde el impacto es mayor, por las restricciones que el presidente venezolano se ha visto obligado a realizar en el tema alimentario, hecho este repito, que nos impacta de manera negativa, porque contribuye a incrementar en un alto porcentaje económico el costo de nuestra canasta o cesta básica alimentaria.

Me preocupa el tratamiento que las agencias internacionales de prensa en general y en particular los medios de comunicación de Colombia y Venezuela le dan al conflicto; pareciera que estuviéramos preparándonos para un enfrentamiento militar entre los dos países. No quiero creer que sea cierto lo que siempre se ha dicho, que el gobierno de los EE.UU., estaría interesado de cualquier manera en desestabilizar al gobierno democrático del hermano país de Venezuela y esté atizando la hoguera del conflicto, utilizando lo que ahora se conoce como “Poder Mediático”.

Los adjetivos calificativos que utilizan los funcionarios Norteamericanos, cada vez que se refieren al mandatario bolivariano, apunta a desacreditarlo y hacernos creer que estamos frente a un hombre con problemas mentales y que eso lo convierte en un gobernante peligroso para la región, quizás tratando de justificar una posterior agresión bélica.

En estos momentos, a nivel continental, no existe un líder diferente a Hugo Chávez, que procure, propicie o posibilite la tan anhelada unidad latinoamericana que desde los tiempos de nuestro libertador SIMÓN BOLÍVAR hemos visto como una necesidad impostergable.


Venezuela es el país de América latina que tiene las mayores reservas de petróleo, uno de los que menos problemas energéticos tienen y el que más lucha para contribuir a resolver las deficiencias energéticas y petroleras de los pueblos de América y el Caribe. Lo que le ha valido incluso al mandatario bolivariano una crítica desmesurada y cruel de parte de los partidos de oposición, quienes prefieren negociar y/o comercializar en condiciones desventajosas con las multinacionales del petróleo, que asumir un comportamiento solidario con países hermanos; una oposición que se pone del lado de la compañía Exxon que entabló una multimillonaria demanda en contra de Venezuela

Colombia y Venezuela son hermanas gemelas, son hijas del mismo padre, compartimos idioma y cultura, jamás debería haber una razón para enfrentarnos militarmente, más allá de las ideologías políticas debe prevalecer la certeza que nos necesitamos recíprocamente. Nuestros lazos de amistad y hermandad no admiten los calificativos inadecuados del presidente Chávez en contra del presidente Uribe, debería recordar el refranero popular: “lo cortés no quita lo valiente”.

En La Guajira colombiana hemos vivido históricamente del comercio con Venezuela y cada crisis comercial que se presenta en uno u otro lado es resuelta por los mismos comerciantes sin otra ley diferente que el de la habilidad natural de los hombres de fronteras y en la mayoría de los casos sin la intervención directa de los gobiernos.

Desde esta tierra alejada de la patria por el centralismo incrédulo en las entidades territoriales, invitó a los medios de comunicación televisivos y radiales que sean más prudentes en el tema y a que le apostemos a una verdadera integración colombo venezolana y latinoamericana, por que ese ideal debe estar por encima de los intereses de los gobernantes y más allá del bien y el mal.


JOSÉ CARLOS MOLINA BECERRA
Abogado litigante y asesor, docente de la Universidad de La Guajira

jocamobe@hotmail.com / jocamobe@gmail.com

CARTA ABIERTA A MIS AMIGOS

Maicao, enero 7 de 2008



Apreciados amigos y amigas, reciban un fraternal saludo y el deseo sincero de que este año sea pletórico de éxitos en lo personal y lo colectivo y que ello de alguna manera redunde en beneficios para nuestra querida Guajira.

Decidí escribirles esta carta abierta a todos ustedes, después de meditarlo durante varios días, consultándolo sólo con mi conciencia y hoy estoy aquí frente al ordenador, dándole rienda suelta a mi espíritu libertario.

En estos días de descanso obligado, salí a una farmacia y antes de llegar, me detuve en una llantería para calibrar el nivel de aire de las llantas y quien prestaba el servicio era una jovencita de tez morena de aproximadamente unos 15 años, que usaba una prenda típica (Manta Guajira) de los indígenas Wayuu, sin ser ella de esa raza; me atendió con una cordialidad y una timidez quizás propia de su edad y la incomodidad que le genera prestar ese tipo de servicio.

De inmediato pensé en las circunstancias que llevaron a esa niña a ese lugar, cuya activad es mas apropiada para los hombres, pensé también en mi hija que es contemporánea con ella, me aterró imaginarme por un instante, que por causa de mi muerte (aunque prefiero dejar la muerte para después) mis hijos, agobiados por la necesidad de recursos económicos, recurran a la necesidad de trabajar y abandonen el estudio.

Pensé muchas cosas: en el tipo de sociedad que tenemos, en la clase de gobernantes, en los candidatos presente y futuro, en los líderes sociales y gremiales, en los empleados, los desempleados, en los docentes y su papel y compromiso con la sociedad, en los estudiantes, en los médicos y su juramento hipocrático, en los abogados y su amor a la justicia y a la equidad, en los contadores y su verdad en cifras. La niña terminó de hacer su trabajo, le pagué y me marché.

Mientras conducía, me preguntaba, yo que he sido un crítico de muchos años, ¿qué he hecho para contribuir a mejorar las condiciones sociopolíticas de mi entorno? Además de reunirme con mis amigos y despotricar de los gobernantes de turno, ¿me he atrevido a hacer uso de mis derechos constitucionales, en esta tenue democracia participativa?

La verdad, y tengo que reconocerlo, es que hasta ahora he hecho muy poco para contribuir al desarrollo de mi ciudad; fíjense que he dicho muy poco, lo que quiere decir que he hecho alguna cosa y son esas actividades que todos hacemos desde nuestros trabajos u oficios y nos preocupamos, sólo, por que nuestro trabajo quede bien realizado; pero, ¿es eso suficiente como valor agregado y contribución a realizar los cambios que nuestra ciudad y sociedad requiere y merece?

Estoy convencido, porque los conozco a ustedes mis amigos, que al igual que yo, podemos asumir un comportamiento y realizar actividades como valor agregado a nuestra cotidianidad, superior al que hasta ahora venimos realizando, para que deje de ser cierto entre otros ese axioma que reza que “los pueblos tienen los gobernantes que se merecen”, y que los pueblos se parecen a sus habitantes.

En el mundo tienen éxitos las personas que se atreven, pero no todo el que se atreve persigue un éxito colectivo. En este tipo de sociedad de consumo, lo común es que nuestros dirigentes propicien prioritariamente (con métodos deshonestos) el bienestar particular antes que el colectivo y lo hacen con nuestro respaldo o con nuestra indeferencia.

Y cuando alguien de los nuestros se atreve, nosotros mismos lo descalificamos, los tildamos de loco o loca, por que estamos acostumbrados, que los candidatos deben tener el visto bueno de los caciques. Cuando se rompe ese paradigma, nos burlamos y por anticipado, los condenamos al fracaso y le acusamos de populista, oportunista, y en el peor de los casos, lo acusamos de comunista y entonces si esa pobre persona no se retira de la contienda electoral, coloca en peligro su vida, “porque esta tierra no produce nada peor que un comunista”.

Siento dolor de patria por mí Guajira y particularmente por Maicao… y la verdad es que nosotros, sólo nos hemos comportado como seres “normales” y corrientes en este tipo de sociedad: a resolver y a defender nuestro patrimonio, una vez eso resuelto, lo demás es problema de los demás.

Acuérdense cuando correteábamos los carros que vendían el Agua impotable, después que yo tuviera mi “Alberca” llena, no importaba que se abusara del precio, si yo tenía cómo pagarla, ese no era mi problema y siempre se privilegiaba a quien podía comprar el carro completo. Los que sólo tenían para comprar el tanquecito, debían esperar si sobraba. Después de tanto ruego, le hacían el favor de venderle, en un acto de “generosidad” (Y el de la alberca llena sabía que quien rogaba por un tanquecito, estaba en crisis por la falta del agua, pero eso era su problema, ya el de él estaba resuelto). Y siempre ha sido así con los servicios públicos, nosotros creyendo que no es una obligación del gobernante resolver esos problemas, sino un favor y una generosidad sin límite de esos grandes hombres de la patria.

El problema de la energía eléctrica y la empresa que la comercializa (Electricaribe), produce una impotencia terrible y despierta malos pensamientos, merece una reflexión aparte.

Nos hemos convertido en un pueblo sin memoria y ello ha facilitado que los movimientos políticos de siempre y que históricamente han gobernado, sigan teniendo opción. Es cierto, líderes populares han alcanzado algunos espacios públicos, como la alcaldía, concejo, asamblea y han defraudado la esperanza y la confianza depositada; pero ello no debería llevarnos a la desesperanza, debemos tener claro que lo político es colectivo, no es individual, no es para “Súper Man”, deben ser un grupo de personas, que ejerzan un liderazgo ético, por sus acciones, no por sus discursos o por lo menos que exista una correspondencia entre lo que dicen y lo que hacen.

La indiferencia ante la problemática sociopolítica nos ha servido sólo para que políticos inescrupulosos, deshonestos y mediocres (en la mayoría de los casos), sean quienes gobiernen en la región o en lo local, con nuestro beneplácito y sólo porque ellos sí se atreven y nosotros, cuidando nuestro empleo, nuestro trabajo, criticando en privado a quien se ha atrevido, en medio de Coca Cola, tinto o de licor, reunidos con los amigos y amigas. Ignorando que el éxito de esos políticos se debe a nuestra indiferencia colectiva.

Es cierto también que el sentido de pertenencia de muchísimos de nuestros habitantes los lleva incluso hasta a la venta del Voto en cada elección o simplemente se abstienen de votar, no les importa lo que suceda con el destino de su tierra o de la tierra que sin ser su lugar de nacimiento, lo acogió como propio; son de esas personas que están radicados aquí, pensando en regresar siempre a su lugar de origen, nunca invierten, todo su patrimonio lo sacan, miran con desprecio la ciudad, la soportan sólo por las circunstancias económicas que les favorecen y algunos no se van nunca, mueren ancianos y sus hijos, que viven en otros lugares del país o el exterior, vienen a su sepelio y luego se marchan, ya nada los ata a estas tierras. Desde luego que existe quien vende el voto, piensa que así cobra venganza de los políticos corruptos.

Ojo, habitantes de Maicao, poco a poco nos convertimos en el municipio de La Guajira con peores servicios públicos. Poblaciones con menos recursos económicos, pero administradas con mayor sentido de pertenencia, tiene el 90% de sus calles y carreras pavimentadas, con servicios de agua, alcantarillado en mejores condiciones; hago referencia a municipios como Urumita, San Juan, Fonseca y Barrancas.

Esta carta abierta a mis amigos, no tiene el propósito de subvertir el orden, ni atentar contra la constitucionalidad, las leyes, las instituciones o las personas. Es un simple llamado a la conciencia, a la reflexión de hombres y mujeres de bien para que llenemos de cariño, de amor, ternura, de acciones positivas en beneficio del colectivo; que demostremos sentido de pertenencia y de patria, que no basta que hagamos nuestro trabajo y labores de manera eficiente, en nuestra condición de profesores, abogados, médicos, odontólogos, contadores, economistas, administradores, ingenieros, arquitectos, sociólogos, trabajadores sociales, filósofos, artistas, cultores, escritores, periodistas, obreros, comerciantes, lideres sociales y comunales; necesitamos con urgencia que ese amor se traduzca en la búsqueda del bien común, por convertir a Maicao en particular y a La Guajira en general en el mejor vividero del Mundo, que nos haga sentir honrados ante propios y extraños y que dejemos de ser uno de los ejemplos malo del país.

No firmaré con mi nombre porque no quiero que se me acuse por ahora de candidato y se desnaturalice el propósito de esta reflexión y ello no debe convertir a este escrito en Pasquín, por el hecho de firmar con un seudónimo.

Por ahora prefiero ser: EL MAICAERO UNIVERSAL